METÁFORA
P. Modesto Lule msp
padremodestomsp@gmail.com
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Pues
bien, ahora pongamos la analogía de la “gasolina”. El carro es usted, y busca llenar su tanque de “gasolina”, es decir
de fe, de Dios y por eso va cada domingo a la misa. Todo muy bien, pero resulta
que en ocasiones somos algo despistados y se nos olvidan las cosas. Hacemos
algo y por andar pensando en otra cosa no lo cumplimos correctamente. Recuerdo
ahora el caso de una señora que me platicaba que un día fue con su automóvil a
la gasolinera, le puso la manguera al tanque y comenzó a llenarlo. Mientras se
llenaba, ella se metió a su auto y revisaba su bolso. En ese instante se dio
cuenta que no traía algunas cosas que necesitaba y se puso a recordar donde las
había dejado. Cerro la puerta del coche lo prendió y se fue del lugar
arrancando la manguera de la bomba de gasolina; se la llevo arrastrando un
tramo hasta que alguien le aviso de su descuido. Otro caso es aquel cuando se
nos quedan los tapones de los tanques de gasolina en esos lugares, por la prisa
o descuido los dejamos arriba del carro o de la bomba y se nos pierden. Así
pues, siempre nos puede pasar que al ir a la gasolinera se nos olvide a que
fuimos o en que estamos y cometamos ciertas imprudencias.