Compilado por P.
Modesto Lule Zavala msp
He
visto muchas películas de ciencia ficción donde el tema principal se da muchos
años delante de nuestra historia. En cierto momento las maquinas toman posesión
de la tierra y ellas controlan a los humanos. Para muchos ese tema puede ser
lejano, pues pensamos que las maquinas nunca llegarán a tener conciencia
propia. Pero para ver de qué forma controlan las máquinas a los seres humanos
no hay necesidad de esperar que ellas adquieran conciencia propia.
¿Has
sentido la ansiedad por algo? Sudores, palpitaciones, sensación de ahogo,
nerviosismo, pensamiento obsesivo… Todos estos síntomas son lo que siente una
persona que sufre una fobia o un ataque de ansiedad. Estas desagradables
sensaciones se pueden despertar, dependiendo del trastorno que sufra la
persona. Los psicólogos y psiquiatras han detectado una nueva fobia que tiene
que ver con el mundo de las tecnologías denominada NOMOFOBÍA. Consiste en el
pánico que produce salir de casa sin teléfono celular, o porque no tiene
crédito, señal de internet o poca batería. No sé diga si se ha extraviado en la
misma casa y no se encuentra. El término
nomofobia viene de la abreviatura de las palabras “no-mobile-phone phobia”.
(Fobia a no tener teléfono móvil). Según un estudio encargado por el Servicio
Postal de Gran Bretaña y realizado por la empresa You Gov, el 53 % de los
encuestados afirma que se siente nervioso cuando su teléfono se queda sin
batería, no tiene cobertura o, directamente, se ha dejado el aparato en casa.
Según el mismo estudio, el principal motivo que hay detrás de este fenómeno, es
la imposibilidad de comunicarse con sus familiares y amigos.
Ante
la lejanía a su teléfono móvil por cualquier circunstancia, las personas que
padecen de nomofobia manifiestan síntomas marcados de enfado, ansiedad,
inquietud, negación, sentimiento de culpa, ocultación o minimización del
problema, malestar general y problemas de autoestima, aunque no todos se
manifiestan a la vez ni con igual intensidad, lógicamente.
Como
es de suponer, los jóvenes somos los más vulnerables a esta “móvildependencia”
exagerada. Es pues tiempo de considerar que tan apegados estamos a estos
dispositivos, que si bien son muy útiles, pueden llegar a hacernos dependientes
de ellos. La actitud cristiana nos debe llevar a la moderación en su uso para
no perder el tiempo en cosas superfluas. Descubrir los verdaderos momentos que
dan sentido a nuestro existir, como la convivencia familiar, el platicar
persona a persona, contemplar la naturaleza y realizar actividades que nos
lleven a ese encuentro con el otro. Logramos ser personas cuando nos
encontramos con el otro cara a cara,
mano a mano, hombro a hombro. Si la NOMOFÓBIA la veo desde un aspecto moral
cristiano, con el celular me convierto esclavo de él y eso no es aceptable para
un hijo de Dios. Dios nos dio libertad y debemos seguirle a él más que a nada
en el mundo. San Pablo dice: «Yo soy libre de hacer lo que quiera.» Es cierto,
pero no todo conviene. Sí, yo soy libre de hacer lo que quiera, pero no debo
dejar que nada me domine. (1 Cor. 6, 12)
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Hasta la próxima.
1 comentario:
Muchas gracias, no conocía ese término, ya puedo decir que hoy algo más he aprendido. Yo gracias a Dios no he caído aún en eso de la nomofobia, al contrario me es incómodo andar con celular. He vivido sin celular por mucho tiempo y la vida segue su rumbo igual. Deberíamos vivir más preocupados de conectarnos con Dios y llevarlo siempre en nosotros. Gracias.
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