La dirección para escuchar el audio en la parte final de este escrito.
"Cada
uno es tentado por sus propios deseos que le atraen y seducen; estos deseos,
una vez concebidos, engendran el pecado, y el pecado, una vez crecido, engendra
la muerte". (Santiago 1, 14-15)
Precaución 1: Elige
sabiamente.
Evita
pasar tiempo innecesario con alguien del sexo opuesto. Por ejemplo, si buscas
un entrenador personal en el gimnasio, elige mejor a alguien del mismo sexo que
tú. Cuando elijas piensa en lo que pueda suceder y no des a pensar mal a otros.
Precaución 2:
Comparte sabiamente.
Si
un día te das cuenta de que estás compartiendo con alguien secretos e
intimidades sobre tu vida y tu matrimonio que no has compartido con tu esposo o
que no lo harías, eso es una señal de alerta. No compartas esas cosas íntimas
con cualquier persona sino lo quieres hacer con tu pareja, con el tiempo puede
enterarse tu media naranja y darse cuenta que le ocultas algunas cosas y a
otros si se las cuentas.
Precaución 3: Procura
estar en sitios públicos.
Haz
el propósito de no citarte a solas con alguien del otro sexo en lugares
apartados, privados. Esto puede ser propicio para hacer cosas que dañen tu
matrimonio. Si un compañero te invita a comer o a que le acompañes, haz que
venga una tercera persona y que sea en lugares públicos. No dudes en
explicarle, si hace falta, que así lo has acordado con tu cónyuge y que son
esos principios que acordaron entre los dos. Con esto sabrá que tienes buena
relación en el matrimonio y que hay normas a seguir para permanecer fieles y
ser prudentes.
Precaución 4: No seas
inocente.
La
mayor parte de la gente que termina teniendo un conflicto conyugal no quería
tenerlo; la infidelidad empieza como una relación inocente que termina
alcanzando una profundidad emocional que cruza la línea de la fidelidad. Muchas
veces se piensa que tomar de la mano a otra persona o abrazarla de forma
constantemente no es peligroso, pero esto puede llevar a situaciones donde lo
emocional se confunde y se realizan ciertos actos nada apropiados entre los
simples amigos.
Precaución 5: Aumenta
tu inversión en el hogar.
Los
matrimonios fuertes se consiguen pasando tiempo juntos, riendo juntos, jugando
juntos. Si no tienes citas con tu pareja, planea ya citas para los meses que
vienen, busca que, el compartir más tiempo juntos sea una prioridad. Esto
traerá beneficios para tus hijos, tu pareja y la relación en general. No
descuides esos momentos que son cruciales para que la relación crezca.
Precaución 6: Presta
atención a lo que piensas.
Si
todo el día estás pensando en los fallos de tu cónyuge, si el tiempo que
dedicas a pensar en él o ella se centra en defectos y reproches, es fácil que
cualquier otra persona pueda parecerte mejor y te atraiga. Haz una lista por
escrito de los puntos fuertes que inicialmente te atrajeron de tu pareja.
Aumenta el animar y apoyar y disminuye las críticas. Busca sus virtudes y se
comprensivo con sus debilidades o sus imperfecciones, no todos somos perfectos.
No quieras cambiar a la otra persona, busca cambiar de táctica y valora lo que
hace y es.
Precaución 7: No
juegues a comparar.
Todos
tenemos malas costumbres, manías y errores. Es muy tramposo comparar a tu
esposa o esposo con un nuevo conocido, porque al recién llegado no lo estamos
viendo en el mundo real. No idealices ni sueñes con lo que pudiera ser la vida
con otra persona. No pretendas reprochar sus errores comparando, es lo peor que
se puede hacer para que una persona se sienta rechazada.
Precaución 8: Busca
ayuda.
Buscar
ayuda es un signo de fortaleza, no de debilidad. Busca ayuda quien está
dispuesto a presentar batalla, es un primer paso de fuerza. Un terapeuta
familiar cristiano, un buen consejero, un sacerdote…te darán una perspectiva
serena y valiosa, para establecer nuevas estrategias para proteger o defender o
reconstruir tu matrimonio. Pueden darte puntos de vista que tu egoísmo o tu
orgullo no ven.
Después
de conocer ciertas medidas para poder solucionar el problema, no te quedes con
ellas, trata de llevarlas a la práctica y no te des por vencido. Que el
desaliento o la apatía no hagan presa de tu persona. Tomate de la mano de Dios
y busca su sabiduría para ver con mayor claridad las cosas que tienes que
hacer. Busca los sacramentos, la oración y la lectura de la Palabra de Dios.
Serán herramientas indispensables en tu matrimonio que te ayudarán a caminar
con pasos seguros cuando más pesado parezca el camino.
Aquí la dirección para descargar el audio de este podcast:
http://padremolleto.blogspot.mx/2013/11/ocho-precauciones-para-los-matrimonios.html
Hasta la próxima.
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