miércoles, 2 de noviembre de 2011

Día de muertos y otras cosas raras


Por Modesto Lule MSP


Me invitan a orar por un difunto al cementerio municipal un día 2 de noviembre. Terminada la oración se me acerca otra persona al percatarse que soy misionero. Me pide que haga oración por su difunto, acepto y me conduce hasta el lugar donde está la sepultura. Al llegar noté que había unas quince personas.

Niños, jóvenes, adultos y ancianos. Algunos de ellos no se inmutaron al ver la presencia de un misionero con sotana, siguieron con su plática después de dar una vista de reojo. Su plática era acalorada, más por el alcohol que llevaban en sus venas que por el tema que estaban tratando. Las mujeres que se encontraban en el lugar se acercaron al verme y me tomaron de la mano para besarla. Los niños miraban atentos el momento sin dejar de pestañear. 

Pregunté el nombre del difunto para después invitarlos a acercarse a todos. Los varones se hicieron sordos y seguían con su verbena. La señora de más edad se acercó a ellos para callarlos e invitarlos a hacer la oración. Cuando el ambiente era más propicio tomé el texto bíblico, lo proclame e hice una breve reflexión.  A continuación hicimos todos las oraciones conocidas y los invite a tomarse de la mano en señal de unidad. Estaba a punto de terminar cuando uno de los briagos se me acercó y pidió que le rezáramos a la blanquita. Este es otro nombre que le dan a la falsa devoción de la "santa" muerte. Le dije que no podía hacer eso ya que no era ni santa ni era creencia de los católicos. El fulano se enfadó y dijo que también era su día y que no era justo que no le rezáramos. Intenté explicarle el origen de la falsa creencia y del error que cometían al tomarla como estandarte de su fe. Las señoras persuadieron al hombre para que no me hostigara. Yo tuve que retirarme al notar que era  inapropiado hablarle de fe a esta persona en aquella situación.

Lo cierto es que muchos toman creencias de un lado y de otro como estar en un bufet sin darse cuenta de las cosas que les perjudican espiritualmente. 

La evangelización para la Iglesia se convierte en un reto todos los días. Ya no basta sólo con creer. Nuestra fe debe ser también razonada e investigar y estudiar lo que corresponde a las devociones propias de los católicos. La ignorancia es la peor arma para acabar con nuestras tradiciones y con nuestra fe. Debe de existir un compromiso en cada uno para conocer el origen de las fiestas y celebraciones en la Iglesia y no celebrar por celebrar. Al adquirir este sentido de compromiso y al compartirlo. Que el día de los fieles difuntos no lo mezclemos con el día de los muertos ni con el día de brujas y otras creencias. 



Hasta la próxima.










3 comentarios:

coto dijo...

Creo que estamos más muertos que los mismos muertos. Creo que no creemos a Dios. Creo que nuestra fe es superficial de acuerdo a lo que me convenga y creo que caminamos por este mundo como sombis a merced de los poderosos eso creo y muchas cosas más...creo que usted tiene paciencia yo la hubiera perdido en su lugar.

elizabeth carmona dijo...

ademas nos falta saber como actuar, como defender nuestra fe, como explicarla mejor y demostrarla!, y claro hay que recordar que solo estamos de paso.. como siempre sus palabras e han ayudado en algo.
hasta pronto!

LOLIS VALADEZ dijo...

LA VERDAD SI PADRE ESTE DIA NOS DEBE DE HACER MUCHISIMO REFLEXIONAR K EN ESTA VIDA SOLO ESTAMOS DE PASO Y K AUN NO HEMOS HECHO NADA X MERECER LA GLORIA...¡¡AH!!! Y TAMBIEN K EL PANTEON SE VISITA KN LA INTENCION DE ORAR X LOS DIFUNTOS NO ES SOLO VISITAR LA TUMBA.