Por Modesto Lule MSP
El la Biblia encontramos una exhortación de san
Pablo que dice Efesios 5, 26-27: “Si
se enojan, no pequen; que el enojo no les dure todo el día. No le den
oportunidad al diablo”. No es problema enojarnos, sino dejar que ese enojo
transcurra por todo el día y se mantenga por mucho tiempo y dicho sea de paso,
que nos lleve a hacer cosas negativas en contra de la otra persona. Ya que si
el enojo crece o se mantienen por mucho tiempo puede dar como fruto el orgullo
y el resentimiento. Con el enojo en alto grado podemos cometer muchas cosas
graves, desde dañar cosas materiales hasta a la misma persona con la que
tuvimos un altercado.