Por P. Modesto Lule
msp
Abajo del escrito la dirección para escuchar el audio
Me
escribió una persona que siente cargo de conciencia porque va cada ocho días va a los bailes. Ella es
catequista y alguien le dijo es que es pecado ir a bailar.
Esta
es una pregunta muy recurrente que se hacen muchos jóvenes cristianos, ya que
el baile siempre ha sido uno de los pasatiempos favoritos de muchas personas. No
hay una referencia bíblica especifica que diga “bailar es pecado”, de hecho
Bailar no es pecado, pues fue creado por Dios para agrado de Él. La moral
cristiana tampoco dice que bailar sea pecado. Jesús mismo bailó, aunque no lo
dice explícitamente pero podemos suponerlo ya que todos los judíos cantaban y
danzaban y no creemos que Jesús haya sido un aburrido. En el antiguo Testamento
encontramos a grandes personajes que no les daba vergüenza bailar, muy a pesar
de que se burlaran de ellos o fueran señalados. Tenemos el caso del Rey David
cuando regresaba con el Arca de la Alianza
la hija de Saúl le señaló diciendo que era un desvergonzado cualquiera. (2
Sam. 6, 5. 20-21) Este le contestó: «Es
verdad; he estado bailando, pero ha sido delante del Señor…Por
eso bailo delante de él. Y aún me humillaré más que ahora; me rebajaré, según tu opinión…».
En el Nuevo Testamento encontramos a Jesús que participa de una boda, (Jn. 2,
1-12) en la boda que duraba varios días, todos compartían la alegría de los
novios y danzaban. En la misa cena de pascua judía se danzaba. Y Jesús
participó de esa cena, (Mc. 14, 12 – 25) y muy seguramente danzó mientras
cantaban los salmos. Recordemos que El término "pascua" proviene de
la transcripción griega y latina, pasja; de una palabra de origen hebreo y
arameo, respectivamente, pesah y pasha; que remite a su vez al verbo pasah, que
significa "pasar", "saltar". De aquí procede el significado
del sustantivo: "fiesta" (danza) y "paso" por eso en este
tipo de celebraciones era común bailar.
Ahora
bien, el bailar en si no es pecado, creo que todo depende de la intención con
la que se haga dicho baile. Danza y baile quizá lo único que tengan de
diferente son las palabras con las que son escritas. Algunos podrán defender
que la danza no es igual que el baile pero al final de cuentas tanto el baile
como la danza es la ejecución de movimientos acompasados con el cuerpo, los
brazos y las piernas al ritmo de una melodía. Otros podrán decir que con las
danzas no se ofende a nadie como se hace con la lambada o el famoso perro que
se baila con algún tipo de reggaeton, pero hay que tomar en cuentas que existen
ciertos tipos de danza para dioses o mitologías que evocan la fertilidad en las
mujeres o la exaltación de la naturaleza donde se terminan con un tipo orgía.
Remarco
nuevamente que lo malo en un baile es la intención con la que se hace. El baile
no es pecado, pero puede llevarte a cometer muchos pecados. Hay muchos bailes
que incitan a la inmoralidad sexual, provocación de los órganos genitales y por
ende a tener relaciones sexuales. Desconozco todos los tipos de bailes, pero
puedo enumerar dos de los más polémicos, entre ellos la lambada, que comenzó en
Brasil hace muchos años que no es nada subido de tono como lo es el famoso
perreo que se baila con algún tipo de música reggaetón. Según algunos el
reggaeton (o reguetón) es procedente del reggae jamaicano con influencias del
hip hop, que se desarrolló por primera vez en Latinoamérica en los años 1970 y
mediados de los años 1980. Con la polémica que se ha dado con el reggaeton algunos
han intentado desarrollar un tipo de reggaeton más sano, sin persuadir a tener
el baile de tipo perreo que asemeja a dos caninos en pleno acto sexual.
Podemos
buscar el baile si es que somos partidarios de este tipo de entretenimiento,
pero cuidar nuestras intenciones y buscar ambientes que sean favorables para
una persona que intenta vivir su cristianismo. Sabemos que hay lugares donde
aunque no se promueve este tipo de bailes se puede promover el consumo de
alcohol y de drogas. Esto es algo que se debe evitar para no caer en abusos y
llevar a la adicción. Como cristianos debemos esmerarnos en vivir nuestro
cristianismo y evitar adquirir pensamientos relativistas o escrupulosos. La
Biblia nos dice: «Yo soy libre de
hacer lo que quiera.» Es cierto, pero no todo conviene…no debo dejar que nada
me domine. (1 Corintios 6, 12) Y más adelante dice: « ¿No saben ustedes
que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que Dios les ha dado, y que el
Espíritu Santo vive en ustedes? Ustedes no son sus propios dueños, porque Dios
los ha comprado. Por eso deben honrar a Dios en el cuerpo». (1 Corintios 6, 19).
Ante tales señalamientos por parte de Dios debemos cuidar nuestro cuerpo en
muchos aspectos para no caer en banalidades que nos lleven a denigrarnos.
Tomando
este espacio considero oportuno aclarar que las danzas que se hacen para alabar
a Dios tienen su momento y su lugar. Algunos pueden caer en errores litúrgicos
al utilizar danzas de alabanza en plena celebración Eucarística. Dicha
celebración contiene sus elementos y no creo que sea aceptable agregar más
elementos al esquema que ya se presenta en el ritual romano. Debemos de
respetar el lugar y el momento, fuera de la celebración podemos alabar a Dios
de diferentes formas.
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