Por Modesto Lule MSP
Cuando
entre a la formación para ser misionero me dijeron que la vida era exigente,
sacrificada y de muchos retos. Me dijeron que necesitaba varias características
injertadas en mi vida si realmente quería ser misionero. Jesucristo cuando puso
sus requisitos para ser cristiano dijo esto: “Si alguno
quiere ser discípulo
mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame”. Mateo 16, 24. También
dijo: “No lleven nada para el camino:
ni bastón, ni bolsa, ni pan, ni dinero, ni ropa de repuesto”. No se puede ser
cristiano sin ser misionero, eso está implícito. Pero aquí en la comunidad me
dijeron que el misionero necesita de 5 características más para poder
enfrentarse a los retos de la misión.
Aquí
las características del misionero:
1)
Rodillas de elefante: Para orar en todo
momento y mucho. Un misionero que no ora se debilita y por eso de permanecer
mucho tiempo de rodillas orando.
2)
Pata de perro: Para caminar mucho,
porque se tiene que salir al encuentro del que no está participando de Misa y
para llevarle hasta su casa o trabajo la palabra de Dios que anima el alma.
(pata de perro es una expresión para decir que se anda en la calle caminando
mucho)
3)
Lomo de burro: Para trabajar. San
Pablo decía: Cuando estuvimos con ustedes, les dimos esta regla: “El que no
quiera trabajar, que tampoco coma”. 2 Tesalonicenses 3, 10. El trabajo
dignifica y santifica y al mismo tiempo nos ayuda para llevarnos algo de comida
al estómago.
4)
Legua de perico: Para poder compartir
las maravillas de Dios. Un predicador tiene que hablar y compartir el la
experiencia de Dios a tiempo y a destiempo. Pero por supuesto que tiene que
haber congruencia en la predicación.
5)
Panza de cochino: Para comer de todo
lo que nos dan en las misiones y no enfermarse.
Desde
el año 1998 son misionero y me esfuerzo todos los días por buscar conocer la
voluntad de Dios y cumplirla. Me he equivocado pero la misericordia de Dios y
su gracia siempre me rescatan. Anunciar a Cristo y esforzarse a vivir su Palabra
es la experiencia que concede más dicha y felicidad. Si tú ya eres misionero,
sigue caminando cerca de Dios para que puedas iluminar la vida de muchas
personas que caminan en la oscuridad. Ciertamente no alumbramos con luz propia,
es con la luz de Cristo que dejamos entrar a nuestros corazones.
San
Pablo en sus cartas nos revela lo extrema que es la vida misionera en un mundo
donde llama más la atención la vida de pecado que la vida de santidad.
Jesucristo es el misionero del Padre, él mismo nos dice que lo que da a conocer
y hace no lo hace por cuenta propia, lo hace porque así se lo ha dicho que lo
haga y diga Dios Padre. Y Jesús antes de su Ascensión a los cielos nos manda
que vayamos a todo el mundo a anunciar la Buena Nueva y hagamos que los demás
sean sus seguidores. La vida misionera es una vida extrema, esfuérzate a
vivirla hoy.
Hasta la próxima
3 comentarios:
Gracias por iluminarnos con sus palabras Padre Modesto.
Por eso es tan complicado ser tan solo servidor del Señor por qué preferimos mantenernos cómodos en este mundo material que escuchando y siguiendo las cosas de Dios.
Saludos
Muchísimas gracias por sus enseñanzas padre en verdad aprecio mucho su programa de radio y que decir este blog es maravilloso dios lo bendiga siempre
Excelente Padre. Bendiciones!
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