MIRÉ LA PELÍCULA DESPUÉS DE LUCíA
Y NO QUEDÉ IGUAL
Por p. Modesto Lule
msp
Siempre
gozo de una película de entretenimiento, pero no menos de cuando veo una
película que me deja pensando. Y es que en realidad las películas son en su
mayoría para entretener, muchos llegamos a pensar que ir a ver una película es
solamente para sacar aquella carcajada sin prejuicio de quien me ve o me oye.
Hay pocos, muy escasos diría yo, largometrajes que saben conjugar la alegría
con el mensaje o aquella reflexión que deja al espectador pensando durante
varios días, semanas, o incluso meses. Son de esas pocas películas que incluso
quedan en la memoria como las que te hicieron ver de otra manera el mundo, o
descubrirlo o darte cuenta de una realidad.
Hay otro tipo de películas que son tan al natural que siempre te tienen al filo de la butaca por la incertidumbre que generan y al final te sales de la sala sin saber que decir y lo que dices muchas veces es redundante. Eso mismo me ha pasado después de ver la opera primera de Michel Franco, este director y actor mexicano que ha salido ovacionado en el festival de Cannes y al mismo tiempo con un premio a su película.
Hay otro tipo de películas que son tan al natural que siempre te tienen al filo de la butaca por la incertidumbre que generan y al final te sales de la sala sin saber que decir y lo que dices muchas veces es redundante. Eso mismo me ha pasado después de ver la opera primera de Michel Franco, este director y actor mexicano que ha salido ovacionado en el festival de Cannes y al mismo tiempo con un premio a su película.
Desde
que miré los cortos me llamó la atención y esta creció al darme cuenta que ya
habían pasado tres semanas y aun no salía de cartelera. Tuve que buscar el
permiso para poder verla, y ver el trasfondo de esta cinta que
ha generado mucha expectación. Y cómo no hacerlo, si la trama toca un tema
actual y que se replica en cada estrato social y en cada nueva
generación de una manera más extrema. Su tema principal es el «bullying» en las escuelas. Esta violencia
progresiva entre los mismos compañeros para con el más débil, desde el aspecto
físico hasta el psicológico.
La
película se llama «Después de
Lucía», aunque a Lucía nunca
la vimos en los 93 minutos que dura. La protagonista es Alejandra, hija de Lucía, quien fue esposa de Roberto, hombre maduro
de porte robusto y de oficio Chef. Estos dos, hija y padre se mudan de Puerto
Vallarta a México con la intención de olvidar el dolor y la
tristeza que les causa recordar a la madre y esposa que murió en un accidente
automovilístico. Roberto carga un cuadro de depresión que lo lleva a estar
mucho tiempo durmiendo y llorando. Alejandra por su parte tiene que enfrentar
al mundo y a sus nuevos compañeros de escuela. Ella es aceptada de forma
meticulosa, para después generarle una persecución física y psicológica de
manera despiadada. Todo comenzó cuando Alejandra acepta la invitación de sus
nuevos amigos a Valle de Bravo, ella, entre
las copas, la hormona y la ingenuidad, tiene
relaciones sexuales con uno de los chavos que al mismo tiempo le graba en su
teléfono celular, moda muy común entre los jóvenes y a lo cual se suele llamar
«sexting», contracción de «sex» y «texting» que es un anglicismo para referirse
al envío de contenidos eróticos o pornográficos por medio de teléfonos móviles.
Esta misma grabación la comparten en las famosas redes sociales y por la cual
se enteran todos sus compañeros. El «bullying cibernético» comienza a hacerse
presente para después dar el salto al psicológico y por último al físico.
De
esto trata la película y quisiera presentar, como es mi costumbre, retomando la
presentación de otros colegas, sacar lo bueno, lo malo y lo raro. Aclarando que
no quiero con todo esto clasificar como tal a la película, sino dar mi punto de
vista en mi condición de religioso y persona que gusta del séptimo
arte.
LO
BUENO.
Desvela
una realidad, que quizá para muchos es conocida porque la viven, para otros es
ignorada y al mismo tiempo incomprendida. La película como tal no presenta
soluciones, presenta una situación en donde los que deben actuar son los
espectadores. No hay necesidad de saber, investigar o estudiar qué hacer. Lo que hace falta es actuar, y
se comprende que los valores se están perdiendo en la familia, y el diálogo es
cada vez menor. La indiferencia y el individualismo crecen a pasos agigantados
y es necesario actuar.
LO RARO.
Es
una película muy «al natural», sin movimientos de cámara ni muchos cortes. Es
más, no tiene la clásica música que te adentra a una situación y te hace
percibir el ambiente en los personajes. Es siempre una cámara fija que mantiene
al espectador como eso, un espectador que permanece en la zozobra.
LO MALO.
Lo
malo no hace mala a la película, pero la hace para algunos fría y sin mensaje.
Lo cierto es que la película es un tipo de parábola donde, al final, uno tiene
que tomar una decisión, no de la película, sino de la vida. El director se ha
tomado el trabajo de presentar un filme, donde al mismo tiempo nos hace
partícipes del mismo porque toca ese tema que es actual y muy cercano, en algún
modo, a cada uno de nosotros; pero al final, no termina la trama, dando pauta
para que cada uno tome su personaje y le dé el final que uno escoja. Es de ese
tipo de películas que me gustan, porque no me dan la comida digerida, sino me
dan la comida para que yo la coma y la digiera.
Conclusión.
Como
dato final, les comento que en la proyección había niños y adolescentes, que al
inicio de la película y a la mitad de ella dejaban soltar una risilla al verse
posiblemente reflejados en las imágenes de maltrato a Alejandra. Lo bueno fue
casi al final, cuando el silencio era total por el impacto que la película ya
había causado, tanto así que al hacer un pequeño comentario a quien me
acompañaba, escuche el clásico shhh, con el que me invitaban a guardar
silencio.
Recomiendo
esta película no solamente a los que pasan por este tipo de problemas, sino
para prevenir, y no llegar hasta estos casos. Sin duda, esta película no viene
a ser el hilo negro que descubre los problemas y nos brinda soluciones, pero en
algún modo es un vaso de agua en el desierto que viene a refrescarnos en esta
etapa de «insolación» de valores que aqueja a nuestra sociedad.
En esta dirección podrás escuchar el
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Gracias
y que Dios te bendiga.
Hasta
la próxima.
2 comentarios:
ASI ES PADRE HAY QUE VERLA PARA HACER CONCIENCIA QUE DEBEMOS ACTUAR CUANDO VEMOS ALGO ASI Y QUE NUESTROS HIJOS LA VEAN Y TOMEN CONCIENCIA DE LA SITUACION GRACIAS PADRE DIOS LO BENDICE.
Este tema no existiría si las familias se dedicaran a formar integralmente a sus hijos en lo espiritual, emocional, intelectual y afectivo. Tanto victimas como victimarios surgen de ellas. La familia ha dejado de cumplir su función...se aman más ellos (padres) que a sus hijos. Todo lo bueno y malo nace del bien o mal que asuma el papel que se cumple en la iglesia doméstica que es la Familia. Eso creo...
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