Ex
satanista confiesa: Hicimos abortos como parte del culto al diablo, "No
importa el motivo por el que las mujeres hayan optado por el aborto, todos los
niños son ofrecidos a Satanás al final del día"
En
varias ocasiones, sobre todo recientemente, nos hemos encontrado frente al
hecho de que por la calle, ante un tribunal, en un municipio o frente a una
clínica abortista en Estados Unidos, los militantes de la cultura de la muerte
entonan el slogan de adoración a Satanás.
Esta
actitud extremista se podría entender como el resultado de un estado de extrema
irritación y no literalmente.
El
movimiento satánico hizo una estruendosa entrada en los grandes medios de
comunicación cuando intentó celebrar una “misa negra” pública en la Universidad
de Harvard. No lo logró por la resistencia de los católicos, pero a
continuación logró realizar una “misa” de este tipo en las instalaciones del
gobierno civil de la ciudad de Oklahoma.
En
palabras de su portavoz Lucien Greaves, pasó a reivindicar el satanismo como
una “religión” que considera el aborto uno de sus “sacramentos”, entre otras
abominaciones.
Se
podría decir que se trataba más que otra cosa de una ventolera verbal para
llamar la atención.
La
difusión de los videos que muestran el tráfico de órganos y tejidos de bebés
abortados en las instalaciones de la organización Planned Parenthood ha, sin
embargo, ha mostrado una dureza de corazón de los responsables que nos ha
perecido inhumana, diabólica en un sentido analógico del término.
Motivado
por estas entrevistas, el Lepanto Institute entrevistó al ex satánico Zachary King, que fue un
tipo de “sacerdote” de ritos satánicos y describe cómo se llevaban a cabo
dentro de las clínicas abortistas.
King
un día fue tocado por la Medalla Milagrosa y terminó abandonando las
abominables prácticas que describe. Al final se volvió católico y denuncia, a
quien quiera escucharlo, lo que está en el centro del aborto y el movimiento
anti-vida.
A
continuación, algunas declaraciones de la entrevista publicada por la página
estadounidense provida Lepanto Institute del “ex sacerdote satánico”.
King
habla de hechos extremamente impactantes. No recomendamos la lectura a personas
sensibles o muy jóvenes.
Cómo
un niño normal cayó en el precipicio
Zachary
era un niño común y corriente de un barrio estadounidense y creció en una
familia bautista.
Comenzó
a practicar la magia a los 10 años, se unió a una secta satánica a los 13 y a
los 15 ya había infringido los 10 mandamientos.
Desde
la adolescencia hasta la edad adulta se esforzó por llegar a la categoría de
Sumo Sacerdote en la secta y era un activo divulgador del satanismo, incluyendo
los abortos rituales.
Actualmente
Zachary está escribiendo sus experiencias en un libro titulado El aborto es un
sacrificio satánico.
Zac,
usted tiene mucho que contar. ¿Puede decirnos algo sobre la manera en que entró
en el satanismo?
Todo
comenzó con una fuerte curiosidad por saber si la magia era real. Comenzó
después de haber visto algunas películas sobre magos y brujos, en los años
setenta.
Un
día en la escuela hicimos un juego llamado Bloody Mary, o Te odio, Bloody Mary,
en donde ibas al baño y cantabas esta frase un cierto número de veces con las
luces apagadas.
Cuando
lo hizo mi grupo, vimos un rostro demoniaco en el espejo. No teníamos idea de
lo que estábamos viendo, pero de repente todos salieron corriendo muertos de
miedo… excepto yo. Siempre me pareció muy interesante.
Durante
esa época jugábamos el videojuego Dungeons and Dragons cada fin de semana, y yo
siempre era el mago y el brujo. Me preguntaba si podría hacer realmente magia e
intenté dos hechizos para ganar dinero.
Lo
logré, pero podría haber sido sólo una coincidencia, y entonces lo intenté de
nuevo por tercera vez. Esa vez estaba en el baño solo frente al demonio y quise
ver qué sucedía. Al día siguiente gané mil dólares. Desde ese momento me
convencí de que la magia era real.
Cuando
tenía alrededor de 12 años, un amigo me presentó a un grupo que jugaba Dungeons
and Dragons y que creía que la magia era real. Descubrí que ese grupo era una
secta satánica. (…)
Me
gustaban los flipper, los videojuegos y la ciencia ficción, como Star Trek y
Star Wars, y esos muchachos tenían casi todos los filmes de ciencia ficción y
fantasía que siempre quise ver. Tenían los flipper, una piscina, una gran
barbacoa, y eran como un club de chicos y chicas.
Me
dejé atrapar de esta manera, sabían cómo “reclutar”. Sabían todo lo que a un
chico le encanta hacer, y entonces me involucré.
(…)
Permanecí ahí hasta los 18 años, cuando entré en la Iglesia Mundial de Satanás.
La posición que alcancé se llama “Sumo Sacerdote” (High Wizard): en una gran
secta satánica son las personas que practican la magia. Eran pocas, unas diez.
El
número total (de High Wizards en una secta) es entre 2 y 5, y nuestro trabajo
era viajar por el mundo haciendo lo que las personas querían que hiciéramos.
Cuando digo personas me refiero a estrellas de rock y de cine, personajes
políticos, personas muy ricas…. Son innumerables las personas que piden brujería,
y no hay límites a lo que están dispuestas a pagar.
Usted
era, por lo tanto, un “Sumo Sacerdote” en el satanismo… ¿Cómo hizo para serlo?
Hay
voces en base a las cuales los “Sumos Sacerdotes” son escogidos por Satanás. Yo
no sé cuál sea el criterio.
Hacía
magia desde que tenía 10 años y me volví un “Sumo Sacerdote” cuando tenía
alrededor de 21. Fui miembro de la Iglesia Mundial de Satanás alrededor de 3
años. Había ya visto a un “Sumo Sacerdote” cuando era niño, pero no sabía ni
qué era ni lo que estaba viendo. Su aspecto era muy original, con un sombrero
de copa, un bastón y un rostro pintado como un cadáver.
En
la secta hay un Presidente Ejecutivo y un consejo de administración. Dicen que
eres elegido y te dan un libro que dice cuáles son tus obligaciones en cuanto
“Sumo Sacerdote”.
¿Entonces
usted fue llamado por un Consejo y se le ofreció la posición, y luego se volvió
“Sumo Sacerdote”?
Sí.
¿Cuál
es el papel del aborto en los rituales satánicos, y cuándo comenzó a ser
implicado en el aborto por lo que respecta al satanismo?
Inmediatamente
después de haber cumplido 14 años, los miembros de la secta me dijeron que
debía implicarme en un aborto. Dijeron que había habido una fiesta con todos
los miembros de sexo masculino entre los 12 y los 15 años y un miembro de sexo
femenino de 18 años con el objetivo de que quedara embarazada para realizar el
aborto a los 9 meses de gestación.
Cuando
me dijeron esto, dije “guay” en voz alta, pero no tenía idea de lo que era un
aborto. En mi familia pienso que oí a mis padres susurrar esa palabra una vez,
por eso pensé que era una mala palabra.
Cuando
pregunté qué era una aborto a los miembros de la secta, dije que no sabía qué
tenía que hacer. Me explicaron que era un bebé en el útero y que yo tenía que
matarlo.
Estarían
un médico y una enfermera para ayudarme porque se trataba de un procedimiento
médico. Dije: “¿Es legal?”, y la respuesta fue: “Sí, siempre que esté en el
útero. Mientras el bebé esté dentro de la mujer, puedes matarlo”.
Y
así se nos explicó. Se nos dijo también que: “Estás matando a un niño”. No
dijeron “un feto” o “algunas células en un cuerpo”. Nada de esto. Era un niño.
No creo que hubiera estado de acuerdo en matar a un niño fuera del cuerpo de
una mujer, pero sabiendo que lo podía matar mientras estuviera dentro el
cuerpo… para el satanismo, el acto de matar a alguien o la muerte de algo es el
modo más eficaz de ver realizado el propio hechizo.
Respecto
al hecho de obtener la aprobación de Satanás, matar a alguien es el camino
mejor a recorrer. Matar algo es la ofrenda final a Satanás, y si puedes matar a
un niño en el vientre materno ese es el objetivo final.
¿Nos
puede contar el primer aborto que realizó como un ritual satánico?
El
primero que realicé fue alrededor de 3 meses antes de cumplir los 15 años.
Sucedió en una casa de campo que estaba sorprendentemente mucho más
esterilizada que muchas clínicas abortistas a las que fui.
Había
un médico, una enfermera y una mujer que estaba por tener un hijo y estaba
rodeada de 13 miembros principales de nuestra secta, que eran todos “Sumos
Sacerdotes” y “sacerdotisas”.
Yo
estaba dentro del círculo con la mujer y el médico. Todos los miembros adultos
de mi secta estaban ahí.
Había
varias mujeres arrodilladas que se mecían hacia delante y hacia atrás y
gritaban cada tanto “nuestro cuerpo nos pertenece”. Al lado estaban varios
miembros masculinos de nuestra secta, y todos cantaban y “rezaban”.
El
ritual comenzó a las 23:45, y la brujería comenzó a medianoche, “la hora de las
brujas”, mientras que la muerte real del niño fue a las tres de la mañana,
llamada “la hora del diablo”.
Mi
papel en todo esto fue introducir el bisturí. No debía necesariamente matar… lo
que contaba era tener sangre sobre mis manos, de la mujer o del niño. Luego el
médico terminaba el procedimiento.
Fue
probablemente el aborto más horrendo en el que haya participado. El médico tomó
al niño y lo tiró al piso, donde las mujeres se mecían. Las mujeres parecían
poseídas, y cuando el médico tiró al niño al piso se lo comieron como
caníbales.
¿En
cuántos rituales abortivo participó?
Antes
de volverme “Sumo Sacerdote” hice cinco. Después participé en otros 141
abortos.
¿Realizó
un ritual abortivo en alguna clínica de renombre?
Sí.
Calculo que realicé alrededor de 20 rituales abortivos en esas instalaciones,
pero no los conté. Se sólo que estuve en muchas de esas clínicas. (…) Parecían
casas del terror, con sangre en todos lados, en algunas habitaciones e incluso
en el techo.
¿Cómo
fue invitado a realizar abortos satánicos en esas clínicas?
La
Iglesia Mundial de Satanás no es la única organización que realiza sacrificios
satánicos en esas clínicas. Existen otras organizaciones de brujería, como la
Wicca, que están realmente implicados en abortos realizados dentro de estas instalaciones.
A
veces eres invitado a realizar el ritual abortivo por el mismo director del
centro, o por otro funcionario de alto cargo, o a veces el médico es satánico e
invita a participar en un aborto que realizarán al final del día.
Al
final del día, todos los días, los grupos satánicos hacen como una misa negra,
en general alrededor de la medianoche, que dura alrededor de 2 o 3 horas, en
que ofrecen a Satanás a todos los niños que son abortados ese día. No importa
el motivo por el que las mujeres hayan optado por el aborto, todos los niños
son ofrecidos a Satanás al final del día.
¿Cómo
son estos rituales abortivos?
Hay
niños que participan, pero en general no se quedan en la sala en la que es
practicado el aborto. Se quedan separados y hay una competición para ver quién
logra permanecer despierto hasta las tres. Quien gana recibe una recompensa.
Los hombres que no participan del top 13 de la secta se quedan a hacer hechizos
y a rezar. Lanzan también hechizos para protegerlos contra cualquier persona
que pueda rezar contra ellos.
Además
de esto, pagamos a las personas para que nos protejan, del mundo político, de
las fuerzas del orden, y entonces sabemos que nadie indagará sobre lo que está
sucediendo.
Una
vez vino el prefecto de la ciudad para pedir un hechizo. Nos buscó porque
quería pasar un proyecto de ley que ya había intentado dos veces sin
conseguirlo.
Fue
durante algún tiempo miembro de la secta. Había intentado todas las vías
legales para obtener la aprobación de su proyecto pero no había nunca tenido
éxito, y entonces tuvo que encontrar a alguien que accediera a realizar un
aborto y en una noche en la que pudiéramos efectuar al mismo tiempo el aborto y
el hechizo.
Pero
era necesario encontrar también a un médico y a una enfermera. En las clínicas
abortistas de renombre, muchas personas son brujas o satánicas. Es, por lo
tanto, fácil encontrar personas dispuestas a participar en el ritual satánico.
¿Diría
que el aborto en las clínicas de renombre atrae a miembros del ocultismo a
causa de la posibilidad de realizar rituales abortivos?
Diría
que sí, que es una afirmación completamente cierta. Hay personas que pertenecen
a la NOW (Organización Nacional de Mujeres), y muchas de esas personas
pertenecen a la religión pagana de la Wicca, y aunque profesan tener una
actitud a favor de la preservación de la vida, son permisivas en el momento de
“herir” a quien está contra ellos de cualquier manera, lo que quiere decir que
están autorizadas a destruirlo con cualquier medio necesario, que para ellos es
la magia. (…)
Adoran esta figura femenina como a una
diosa. (…) El aborto es un sacramento satánico, por decir de alguna manera, (…)
y una clínica abortista atrae a satánicos para el sacerdocio satánico.
¿Ha
experimentado usted la incapacidad de completar un aborto o los efectos de su
ritual por el hecho de que hubiera personas orando fuera de una clínica?
Más
de una vez tuvimos niños que amenazaban con sobrevivir al aborto. Una vez
llegué a la clínica abortista y había personas a los dos lados de la calle.
De
un lado personas que oraban y gritaban contra el aborto, del otro, en el que
estaba yo, personas a favor del aborto que gritaban todo tipo de obscenidades.
Cuando
entré, miré nuevamente la calle y vi a algunas personas que oraban de rodillas.
Ese
día, el aborto que habíamos programado para un ritual no se efectuó.
Pienso
que me sucedió alrededor de tres veces, y las tres… es curioso, no me di cuenta
de que los tres abortos no logrados habían coincidido con las oraciones que
habían sido pronunciadas fuera de las instalaciones.
¿Qué
consejo daría a las personas que rezan fuera de las clínicas abortistas, sobre
todo si sospechan que ahí dentro se lleva a cabo alguna actividad oculta?
En
primer lugar, no se detengan. No hay nada que está sucediendo en esa clínica
abortista que pueda perjudicarlos. Seguramente habrá demonios alrededor, pero
deben pensar que Satanás es como un cachorro con el collar: si no se acercan a
él, no puede morder.
Estén
en estado de gracia cuando vayan ahí.
Lleven
con ustedes agua bendita.
No
la viertan sobre las personas que están ahí oponiéndose a ustedes, porque
terminarán ante el tribunal. Esas personas los denunciarán por las menores
cosas.
Si
pueden recibir la comunión antes de llegar ahí sería lo ideal.
Si
van a misa ese día, luego pasen algunos minutos pidiéndole al Señor que mande a
su Madre con ustedes.
Lleven
un rosario. Hay cosas que el diablo teme.
Él
tiene miedo de un católico bien formado, de un católico que comprende su fe y
sabe que se encuentra en una guerra espiritual.
No
quiere luchar contra alguien que tiene “la armadura completa”.
La Medalla Milagrosa:
la conversión de Zachary
En
enero de 2008, mientras trabajaba en una joyería, Zachary tuvo un encuentro con
la Virgen que cambió su vida.
A
través de la Medalla Milagrosa, Zachary experimentó una paz que supera
cualquier comprensión. Comenzó a ir a la iglesia de San Francisco Javier y en
mayo de 2008 (el mes de María) entró oficialmente en la Iglesia católica.
Actualmente vive en Florida con
su esposa.
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