¿Porque en el Avemaría decimos Dios te salve, si se supone que ella ya está en el Cielo?
Compilado por P.
Modesto Lule msp
Al final del escrito el audio en mp3
La
primera parte de la oración católica del Avemaría es eminentemente bíblica:
“Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es contigo; (Lc 1,28)
bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús”. (Lc 1, 42) La primera parte la ha pronunciado el Arcángel Gabriel
cuando visita a la Virgen María para darle a conocer el plan de Dios sobre su
persona. Y la segunda la pronuncia Isabel, la prima de la Virgen cuando se
llena del Espíritu Santo al escuchar el saludo de María al llegar a su casa.
Pero
¿por qué decimos Dios te salve María si, se supone que ella ya está en el
Cielo? Esa es la pregunta que me han hecho ya sea porque se pusieron a analizar
la oración o porque encontraron un protestante que les cuestionó sobre dicha
mención.
Para
poder dar una respuesta concisa, lo mejor es ir directamente al idioma en que
se escribió la Biblia y ver esta parte de la oración pronunciada por el
Arcángel Gabriel que dice: χαῖρε κεχαριτωµένη (Lc. 1, 28) La traducción literal
en español de esta parte del versículo es: Alégrate, llena de gracia.
¿Y
entonces por qué se dice Dios te salve María? Muy sencillo, hay que entender
que la Biblia se tradujo por primera vez al latín, y después al español. Los
saludos a personas importantes en esos tiempos que se hizo la traducción era de
salve, por ejemplo: salve oh emperador, salve al rey.
Este
saludo se debe a san Jerónimo quien hizo la traducción del griego al latín y
aplico el saludo “Ave”, que es imperativo de “Aveo”(es decir, recibir el
saludo, alegrarse, gozar de buena salud).
Este también se empleaba para saludar al César u otras autoridades. Por
ejemplo: Ave emperador. Que era el saludo que hacían los peleadores en el circo
romano. Algún biblista ha calificado de “vulgar” esta traducción; pero sin duda
que el Santo Filólogo tendría sus razones para poner Salve, en vez de alégrate,
como es su original.
Exégetas
cualificados explican que el saludo del arcángel Gabriel encierra un
significado extraordinario: En este sentido es todavía más que el simple
“Jaire” griego, es decir alegrete, pues en la Anunciación, se cumplen sobre la
Virgen María los textos bíblicos de Is 12,6: Den gritos de alegría, habitantes
de Sión, porque el Dios Santo de Israel está en medio de ustedes con toda su
grandeza. Sof. 3,14: ¡Canta, ciudad de Sión! ¡Da voces de alegría, pueblo de
Israel! ¡Alégrate, Jerusalén, alégrate de todo corazón! Za 2,14: « ¡Canten de
alegría, habitantes de Jerusalén, porque yo vengo a vivir entre ustedes!» Za.9,
9: ¡Alégrate mucho, ciudad de Sión! ¡Canta de alegría, ciudad de Jerusalén! Tu
rey viene a ti, justo y victorioso, pero humilde…
Para
aclarar y puntualizar decimos que Dios te salve, parte de la traducción del
griego al latín que hizo san Jerónimo donde puso: AVE. De ahí los traductores
lo pasaron al español como salve, no en el sentido del verbo salvar, sino en la
interjección poética para saludar. A mi parecer, y creo que sería bueno
proponerlo a la congregación de la doctrina de la fe y al Sumo Pontífice, es
que se haga el cambio como es literalmente. La Biblia de Jerusalén lo dice así:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» De esta manera se haría más
acertada la oración y pronunciaríamos realmente lo que Dios quiso decir por
medio del Arcángel.
Para escuchar el audio en mp3
Hasta
la próxima.
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