NO COMETERÁS ADULTERIO O ACTOS IMPUROS
Por P. Modesto Lule
msp
Twitter: @ModestoLule
En este sexto mandamiento vamos a tratar
específicamente sobre el adulterio. Un punto interesante por su actualidad es
el de la comunión con los divorciados y vueltos a casar, en este caso por lo
civil solamente.
Me ha llegado la noticia que algunos
divorciados y viviendo con otra persona se acercan a comulgar porque así se los
ha permitido cierto «amigo» que es sacerdote. Solamente les ha pedido que lo
hagan en una Iglesia donde no conozcan su situación. Dicha noticia me produce
tal desconcierto por ambos lados. Primero por los divorciados y vueltos a «juntar»
que quieren de forma desesperada recibir a Cristo en la Eucaristía sabiendo que
los mandamientos se lo prohíben. El otro desconcierto es al saber que hay
hermanos sacerdotes que están a favor de que un divorciado y vuelto a juntar
comulgue. Creo que no hace falta mucho estudio de teología para saber que estas
personas están en una situación de pecado grave para recibir la comunión y que
si lo hacen, están desobedeciendo los mandamientos de Dios, lo que dicta la
Biblia y lo que ha promulgado la Iglesia Católica en varios documentos.
Una persona legítimamente casada, cuando
tiene relaciones sexuales, o aplicando el término más apropiado, relaciones
genitales con otra persona comete el sexto pecado que se anuncia en los 10
mandamientos. Dice literalmente: «no cometerás adulterio», (Ex. 20, 14). El
supuesto «permiso» del sacerdote amigo, para comulgar, no elimina dicha falta o
dicho pecado.
La Santa Sede es quien confirma la postura
teológica y disciplinaría de la Iglesia Católica, sobre aquellos que se han
divorciado y vuelto a casar sin un Decreto de Nulidad. Al respecto, debemos
saber que, por el primero y único matrimonio celebrado en la Iglesia, se
encuentran en una relación de adulterio, que no les permite arrepentirse
honestamente y recibir la absolución de sus pecados y por ende, la Santa
Comunión. No por esto hay que sentirse rechazados por la Iglesia, ya que como
menciona el beato Juan Pablo II, en el documento sobre la Reconciliación y la
Eucaristía: «...la Iglesia desea que estas parejas participen de la vida de la
Iglesia hasta donde les sea posible, es decir en la Misa, adoración
Eucarística, devociones y otros más que serán de gran ayuda espiritual para
ellos». En el caso de la Misa, pueden disponerse a la comunión espiritual.
Sólo podrían acercarse a comulgar si, evitado
el escándalo y recibida la absolución sacramental, se comprometen a vivir en
plena continencia. Así lo ha dicho la Sagrada Congregación para la Doctrina de
la Fe. Aunque yo veo casi imposible que así suceda. En algunos casos sí se
puede, cuando ya son muy ancianos y sufren de enfermedades, que les prohíbe
tener actividad sexual. Pero cuando no hay estos casos es muy difícil que se
mantengan célibes y vivir juntos.
Aclaro, para no confundir: las personas
casadas por la Iglesia y divorciadas, pueden comulgar, siempre y cuando no
tengan actividad sexual con otras personas que no sean su esposo o esposa. Si
viven por separado pero en continencia sexual pueden acercarse al sacramento.
Hasta
la próxima.
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3 comentarios:
Creo que muchos matrimonios irregulares anhelan tanto comulgar no por saber profundamente que es comulgar, sino por no sentirse inferior a los demás...si supieran que al no comulgar están demostrando ante todos el gran Amor que le tienen a Dios, asumirían en paz ese estado hasta regularizar su situación.
Muy buenas reflexiones que nos ayudan a entender mejor. Gracias
O sea que este mandamiento solo se refiere al adulterio? Y de los novios que no son casados y tienen relaciones está permitido?
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