viernes, 17 de agosto de 2012

Guía para una buena confesión




Por P. Modesto Lule msp




¿Qué es el pecado?
Pecado es todo acto, dicho, deseo, pensamiento u omisión contra la ley de Dios. Puede ser mortal venial.


¿Cuál es la diferencia entre el pecado venial y el mortal?

EL PECADO VENIAL
Un ejemplo puede ser: el descuido en observar una promesa y no cumplirla, puede ser el prometer ayudar a un amigo y al final no hacerlo.  Otro ejemplo sería descuidar una responsabilidad grave pero sólo en un pequeño grado. Los pecados veniales son pequeñas faltas. Podemos decir que son aquellos actos de omisión, es decir, lo pude hacer pero no quise. Otros muchos más son: una mentira, algo de pereza, una falta de respeto o de caridad, murmuraciones o burlas, dejadez en las oraciones, excesos en la comida y en la comodidad o gastos superfluos.


EL PECADO MORTAL
Decimos que este es más grave, ya que separa a la persona de la amistad con Dios o intensifica el alejamiento que la persona ya tiene. El pecado grave o mortal se hace con suficiente conocimiento y libertad.

Para que un pecado sea mortal se requieren tres condiciones:

1ro. Violar uno de los mandamientos en materia grave, por ejemplo: No mataras, no robaras, no fornicaras.

2do. Plena advertencia. Esto es cuando ya se te dijo que puedes caer, pero aun así entras en esos terrenos de pecado.

3ro. Perfecto consentimiento. Es decir que sabes que está mal, ya sabes las consecuencias  pero aun así lo quieres hacer. Un caso concreto puede ser la infidelidad. 



Ahora te presento una lista de algunos pecados graves: insultar a Dios, faltar a la santa misa un domingo con total intención, cometer actos sexuales impuros, emborracharse o drogarse.

La consecuencia del pecado grave o mortal es la perdida de la gracia santificante y la participación de la vida divina que Cristo nos mereció. Por eso ante tales actos no debemos pasar a comulgar sin antes confesarnos.

¿Cuáles son los pasos para una buena confesión?
La Iglesia nos propone cinco pasos a seguir para hacer una buena confesión.



1er. paso. Examen de Conciencia. 
Después de saber cuáles son los pecados graves y veniales debemos analizar nuestra vida y abrir nuestro corazón sin engaños. Reconocer y aceptar que con nuestros pecados ofendemos a Dios, a nuestros hermanos y a nuestro cuerpo que es Templo del espíritu Santo. Muchas personas pueden decir que no cometen pecados, pero si analizamos nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestros actos encontraremos que hay mucho porque pedir perdón.

2do. paso. Arrepentimiento. 
Sentir un dolor verdadero de haber pecado. Cuando no se siente arrepentimiento no hay sensibilidad en la persona, no siente dolor de haber faltado. A esta persona no le dice nada la conciencia cuando humilla, ofende o lastima a los demás con palabras o con sus actos. Es un egoísta de primera y por eso no se arrepiente de nada, piensa que si hace sufrir a los demás es porque  se lo merecen.

3er. paso. Propósito de no volver a pecar. 
De nada sirve confesarnos si no queremos mejorar. Hay muchos que pueden acudir al sacramento por puro compromiso. Esto puede suceder cuando alguien quiere ser padrino y como requisito tiene que confesarse, lo hace pero por puro compromiso, en su mente no está hacer un examen de conciencia ni el realizar un propósito de no volver a pecar. Si nos confesamos debes proponernos no pecar o no exponerse a las situaciones de pecado.

4to. paso. Decir los pecados al confesor. 
Hagamos a un lado la “vergüenza” o el “orgullo” y abramos nuestra alma, seguros de que es Dios quien nos escucha. Creo que esto es lo que muchas veces nos impide realizar una buena confesión. Pero no hay mayor tranquilidad que sacar todo aquello que nos estorba, que nos impide caminar e incluso que no permite que seamos felices. Si estamos nerviosos podemos hacer una lista y escribirla en un papel, cuando hayamos terminado la quemamos para que no quede ni el rastro de pecados en el papel.

5to. paso. Recibir la absolución y cumplir la penitencia. 
La penitencia es un acto sencillo que representa nuestra reparación por la falta que cometimos. No es pagar por los pecados, es como un acto de agradecimiento por la misericordia de Dios que se derrama en ese sacramento.

Si tienes mucho tiempo que no te confiesas prepárate e invoca al Espíritu Santo para que puedas ver y analizar a la luz de Dios todos tus actos. Recuerda que Dios nos espera con los brazos abiertos en el sacramento de la confesión, porque es un Dios de amor. Dios no castiga, Dios ama y quiere que nosotros lo imitemos.



Yo recomiendo confesarse cada mes. El riesgo de dejar pasar mucho tiempo puede llevarte a la indiferencia por el sacramento y ante la insensibilidad al pecado. 

Te recomiendo este otro tema sobre la confesión:
DALE CLICK AQUÍ



Hasta la próxima.






5 comentarios:

coto dijo...

La verdad para mi es preocupante esto que pasa con la confesión, veo siempre los confesionarios (acá en Chile)solos, vacíos, parece que están de adornos en las iglesias, pero lo que más me llama la atención, es que cuando se comulga hay gran cantidad de gente que lo hace, es desproporcionado, lo digo porque acudo a misa diario, no hay conciencia de confesarse para ir limpios a comulgar, la conciencia son ellos mismos...

coto dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Larisa Pérez Ojeda dijo...

Aquí en Tehuacán, Puebla, las confesiones de los viernes en Catedral están a reventar, gracias a Dios. Hay unos sacerdotes Basilianos que te hacen cita y confiesan toda la semana todos los días, menos el domingo, y tambien estan llenos. A veces confesarse es medio dificil, pero vale la pena la espera :) saludos, me encantan sus consejos en Twitter y Facebook.

Ely lopez dijo...

Yo creo que la confesión es muy necesaria antes de comulgar para poder recibir a nuestro señor Jesucristo verdaderamente limpios solo que aveces no hay padres para apoyarnos en nuestras parroquias o nos dan suficiente tiempo para hacer una buena confesión le pido a Dios que les de paciencia y verdadero amor para que realmente sean instrumentos de el para apoyarnos gracias

Ely lopez dijo...

Yo creo que la confesión es muy necesaria antes de comulgar para poder recibir a nuestro señor Jesucristo verdaderamente limpios solo que aveces no hay padres para apoyarnos en nuestras parroquias o nos dan suficiente tiempo para hacer una buena confesión le pido a Dios que les de paciencia y verdadero amor para que realmente sean instrumentos de el para apoyarnos gracias